Emprendimiento

Tengo Buenas Noticias para Ti: Tendrás el Trabajo de tus Sueños

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“Querido hijo, tendrás el trabajo de tus sueños.”

Esta era la frase que esperaba decirle algún día. Ahora él tiene 15 años. Estoy seguro de que lo tendrá (si quiere) porque esto es posible incluso hoy para cualquiera de nosotros.

Puedes leer cientos de artículos por Internet, describiendo el enorme crecimiento de este nuevo nicho de mercado: la economía de la pasión.

Aquí comparto tan solo un par de ellos:

Es también muy interesante el libro de Adam Davidson “La Economía de la Pasión: Nueve Reglas Para Prosperar en el Siglo XXI”.

“Contrariamente a lo que puedas haber oído, la clase media no se está muriendo y los robots no les están robando sus trabajos. De hecho, escribe Adam Davidson — una de nuestras voces líderes públicas en asuntos económicos— el paradigma económico del siglo veintiuno ofrece nuevas formas de generar dinero, caminos nuevos y frescos hacia la realización profesional, y oportunidades sin precedentes para los individuos curiosos y ambiciosos que les permiten combinar las cosas que aman con sus carreras.”

Estoy seguro de que, en el futuro cercano, nadie entenderá cosas como esta:

  • Cómo éramos capaces de trabajar en trabajos que odiábamos.
  • Cómo tratábamos con jefes insoportables diariamente.
  • Cómo estábamos enfadados 5 días a la semana, solo sintiendo libertad 2 días cada semana.
  • Cómo consumíamos nuestras vidas esperando la jubilación para hacer lo que realmente amábamos.

Si lees cada punto, solo usando el pensamiento racional, no tiene sentido alguno vivir así.

Casi suena tan extraño como el derecho de pernada de la Edad Media.

La gente cambia. Las sociedades evolucionan. La humanidad y los seres humanos progresan.

Habrá un día en el que cualquiera de nosotros base sus vidas en hacer aquello que amamos.

Eso matará muchos pájaros de un solo tiro:

  • Será la perfecta conciliación entre la vida personal y profesional. Finalmente, solo tendremos una única vida. Como siempre debería haber sido.
  • Dedicaremos tiempo, esfuerzo, e inversión a algo que da sentido a nuestra vida.
  • No tendremos un lugar de trabajo. Seremos capaces de trabajar en cualquier parte del mundo.
  • No tendremos un horario de trabajo. Decidiremos nuestro propio horario y cuánto tiempo queremos dedicar a “trabajar” cada día.

Esto no es un sueño. Esto es algo que ya está ocurriendo mientras lees estas líneas.

Nunca ha sido tan fácil crear una empresa y vivir de ella.

No hace mucho tiempo, encontrabas muchas barreras de entrada. Necesitabas una ingente cantidad de dinero y crédito solo para empezar a probar tu idea.

Tenías que asumir riesgos significativos para hacer ese movimiento.

Eso cerraba las puertas a emprendedores temerosos, los cuales decidían permanecer en sus trabajos en un acto coherente de responsabilidad.

Hoy, por otro lado:

  • Puedes perfectamente empezar a probar tu idea, sin riesgo alguno, con una inversión muy baja, mientras mantienes tu trabajo ordinario de 8 horas al día.
  • Puedes empezar a vender tu producto o servicios sin tener una tienda, una oficina, o una nave…
  • Puedes empezar a trabajar en algo sin tener empleados.
  • Puedes vender tu producto o servicios sin esfuerzo por todo el mundo.
  • Puedes focalizarte en algo que amas porque, cuando tu mercado potencial son 7.800 millones de personas, no es difícil que alguien demande lo que estás vendiendo.
  • Si necesitas algún proveedor, nunca ha existido una oferta tan amplia a un precio tan bajo.

Espera un segundo.

  • ¿Será fácil?
  • ¿No tendrás que trabajar duro?
  • ¿Empezarás a percibir dinero en el corto plazo?

Por supuesto que no, pero habrás incrementado exponencialmente tus probabilidades de éxito.

Si comparas la situación de hace 20 años y la de hoy, creo que hemos mejorado notablemente.

Miramos a un nuevo mundo, lleno de ciudadanos del mismo. Sin fronteras, sin límites.

Esto tiene, como consecuencia, un cambio completo de mentalidad para los seres humanos. Ahora no estamos limitados por nuestra área geográfica en el momento en el que simplemente tengamos una conexión a Internet.

El otro día, pude ayudar a una persona de un país con posibilidades limitadas, que leyó uno de mis artículos, dándole algún consejo para evolucionar, para mejorar sus conocimientos. Fue un gran momento para ambos y algo imposible de hacer hace tan solo un par de décadas.

Poco a poco, el mundo se está desplazando a tan solo uno para todos, existiendo la posibilidad de compartir conocimientos, experiencias, productos, servicios, emociones, sentimientos…

Nos encontramos en una revolución de la que no somos conscientes porque se está produciendo realmente veloz, a la velocidad de la luz, esa que transporta ceros y unos de un punto a otro del globo.

Tomemos ventaja de esta oportunidad histórica. No podemos dejar que se nos escape. Tenemos que disfrutarla, vivirla, usarla para compartir todo lo bueno que, como seres humanos, podemos crear cuando trabajamos todos juntos.

No existe una mejor herramienta en el mundo que nuestro cerebro.

¿Qué podríamos alcanzar con 7.800 millones de cerebros interconectados al mismo tiempo?

No nos lo podemos imaginar porque nunca se ha producido.

Ahora es la hora.

¡Vamos (juntos) a por ello!

Foto en parte superior cortesía de Alexis Fauvet en Unsplash.