AVISO IMPORTANTE: no hay enlaces de marketing de afiliación, y no recibo nada de las empresas que menciono en este artículo.
Me encanta Apple.
Ahora mismo, tengo todos estos productos de Apple:
- Macbook Pro.
- iPhone.
- iPad.
- iWatch.
- Magic Trackpad
- Magic Keyboard
- Airpods
7 productos (casi “ná”…).
¿Por qué sigo usándolos diariamente? Porque me resultan útiles. Me hacen más productivo, hacen mi vida más fácil, más feliz.
Ninguno los compré por capricho. Son herramientas útiles que me hacen progresar, evolucionar, ser mejor día a día.
Me ahorran tiempo. Hacen mi vida más fácil.
Todavía recuerdo cómo me dolía la muñeca usando mi ratón. Cuando comencé a usar el Trackpad de Apple, desapareció (el dolor). Un amigo me lo aconsejó, pero no me lo creí hasta que lo probé y vi que era verdad. Cuando pasas casi 12 horas al día con un ratón, estas cosas importan.
Todavía recuerdo cuando tenía dolores en el codo y el cuello debidos a largas conversaciones telefónicas. Los AirPods hicieron el milagro.
No es solo por aspectos físicos. Pensemos en los mentales o espirituales.
Tenemos sentimientos, emociones. Las buenas sensaciones te llevan lejos, muy lejos, donde quieras imaginar.
Me encanta el diseño.
Cuando veo los productos de Apple, me gusta (y encanta) lo que veo. Quiero pasar tiempo trabajando con estos dispositivos. Siento decirlo.
Si hablo del software de Apple, todo encaja en mi espíritu minimalista. Así es como soy. Así es como me gusta vivir.
Las empresas de software que desarrollan productos para Apple siguen esta línea.
Me encanta usar aplicaciones como Ulysses, Evernote, Drafts, Due… Todas ellas son útiles y bellas al mismo tiempo. Todas combinan pragmatismo y estética.
Siempre digo que Apple lo hizo fácil: combinar y controlar el hardware y el software.
Los fanáticos de Apple que odian todo lo que no sea Apple siempre hablan de rendimiento, seguridad, fiabilidad… Eso es “fácil” (ojo, no hay nada fácil en la vida) de hacer cuando controlas ambos mundos, si hablamos de tecnología: hardware y software.
Lo difícil es lo de Google (Android) o Windows. Ofrecer fiabilidad cuando no controlas el hardware en el que tu software opera no es algo fácil de digerir. Por eso admiro también a estas dos empresas.
Soy también un gran fan de Google.
Todas nuestras empresas (las tres) y mi vida personal dependen de productos de Google como, por ejemplo, Google Workspaces. Fuimos pioneros cuando empezó a sonar el “movimiento de la nube”. Pudimos ver el futuro y las ventajas de todo ese nuevo mundo que ahora es presente.
Tengo mucho que agradecer a Google. También ha mejorado mi vida, proporcionándome buenas emociones como control, versatilidad, seguridad, accesibilidad… Y, de paso, también son creyentes del minimalismo.
Creo que ser minimalista es una obligación hoy en día porque estamos saturados por la información. Millones de apps, “disparos”, impactos, notificaciones, llamadas nos “atacan” cada día. El minimalismo trae paz a tu vida. La correcta y adecuada posición mental para ser productivo.
No digo nada de Microsoft. Solo uso Microsoft To Do para mi lista de la compra porque fui usuario de Wunderlist desde sus comienzos.
No he necesitado ningún producto de Microsoft, pero no tendría ningún problema si tuviese que hacerlo. Fui un fan de Microsoft en el pasado, usando productos como Windows, Office, Project, Visual Basic… diariamente (incluso más de 12 horas al día…).
Para llevar a casa
La tecnología está aquí para ayudar a nuestras vidas. No importa la marca o empresa que te ofrece el servicio.
Debemos ser listos eligiendo la tecnología. No pienso que la tecnología deba mirarse como algo que tienes que usar de una sola forma.
Hay múltiples maneras de usar la tecnología, con fantásticas empresas que lanzan, diariamente, productos y servicios únicos.
Tienes que aprovecharte de esto, eligiendo libremente los productos y servicios con los que te sientes cómodo. Esos que te ayudan a tener una mejor vida. Esos que te afectan en tu yo más profundo.
Sé listo. Usa y prueba todo. Luego, elige lo mejor para ti, sin prejuicios.
Foto en parte superior cortesía de Tj Holowaychuk en Unsplash.