Crecimiento-Personal

¿Cómo Cambiaría Mi Vida Si Tuviese 100 Millones de Dólares?

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Bien, vamos a pensarlo.

Algunas veces tenemos que parar y valorar cómo está nuestra vida.

Cuando pensamos y empezamos a preguntar cosas como las del título de este artículo, dejamos de mentirnos a nosotros mismos y percibimos si vamos por el camino correcto, ese que realmente queremos.

Hay otra pregunta filosófica que puedes probar, aunque esta es un poco más dramática:

¿Cómo cambiaría mi vida si supiese que iba a morir dentro de un año?

No me pregunto a mi mismo estas preguntas cada día, pero sí que me las pregunto, al menos, una vez al año.

Significan viajar a tus pensamientos más profundos. Significan investigar realmente cómo te sientes con tu vida.

Obviamente, la respuesta correcta a estas dos preguntas es muy simple: NADA.

Responder eso significa que realmente tienes la vida que quieres, esa que te da sentido. No cambiarías absolutamente nada.

Enfrentarte a estos tipos de escenarios te lleva a un análisis en profundidad de tu existencia. No lo tomes como una experiencia dramática.

Es solo darte el tiempo necesario para reflexionar, para “escapar” del presente, y pensar cómo reaccionarías en una situación como esas.

No significa eludir todas tus responsabilidades y comenzar una locura de existencia sin objetivos, quemándolo todo, solo pensando en el presente.

Estas dos preguntas te llevarán a pensar sobre tus limitaciones, te darán la oportunidad de hacer cambios en conductas, rutinas, hábitos, acciones…

Analicemos ¿Cómo cambiaría mi vida si tuviese 100 millones de dólares?”

  • ¿Comprarías una casa nueva?
  • ¿Conseguirías un nuevo coche?
  • ¿Invertirías en algo?

Viendo cómo reaccionarías a esta situación te dará una información muy interesante.

Te dejará ver cuáles son tus deficiencias reales.

  • Si piensas que conseguirías un nuevo coche, significa que no estás contento con el que tienes.
  • Si piensas que invertirías en ahorrar para el futuro, significa que sientes que no estás ahorrando lo suficiente.
  • Si piensas que no necesitas realmente nada, significa que te sientes realizado con las cosas que tienes. Obviamente, podrían ser mejores, pero no tienes realmente necesidad de mejorarlas para sentir que tienes una vida mejor.

Presentar este escenario a tu cerebro le permitirá hacer una honesta evaluación de tu situación actual.

Percibir lo que te falta te dejará centrarte en esas cosas, definir nuevos objetivos, y pensar cómo crear acciones para alcanzarlos.

No es un ejercicio estúpido. Es solo “llevarte al límite” para sacar tus pensamientos más profundos.

Ser honesto contigo mismo siempre te llevará a buenos resultados.

Analicemos ¿Cómo cambiaría mi vida si supiese que voy a morir dentro de un año?

Esto puede parecer la pregunta para un suicida, pero no lo mires de esta forma.

Vamos a ver por qué puede ser útil darle una vuelta.

Si empiezas a listar las cosas que harías en esta situación, verás a qué cosas no le estás prestando la atención que merecen.

  • ¿Harías un espectacular viaje con tu pareja? Esto podría significar que sientes que deberías pasar más tiempo juntos.
  • Dejaría mi trabajo podría significar que estás más que harto.
  • Si tu respuesta es que no cambiarías demasiadas cosas, podría ser una buena señal de que estás en el buen camino.

De nuevo, este escenario radical permitirá a tu cerebro pensar libremente, sin presión económica o de tiempo. Estos dos factores limitan cómo piensas. Crean barreras. No te dejan expresarte con sinceridad, y ahí es donde las frustraciones, las decepciones, y esa clase de pensamientos negativos empiezan a formarse y crecer.

Conclusiones

Necesitamos tener herramientas que nos dejen pensar sin limitaciones.

Nuestros cerebros están constreñidos por prejuicios, responsabilidades, tiempo, dinero… Necesitamos dejarlos libres.

Usando herramientas como estas dos preguntas es como nos diremos a nosotros mismos:

  • Cómo nos sentimos realmente.
  • Qué queremos realmente.
  • Qué sentimos que nos estamos perdiendo.
  • En qué deberíamos estar dedicando nuestro tiempo.

Respondiendo estas preguntas abriremos nuevos caminos en nuestra vida, o haremos pequeñas correcciones en aquellos en los que nos encontramos.

Como siempre, nada que perder. Mucho que ganar.

¡Probémoslo!

Foto en parte superior cortesía de Mathieu Stern en Unsplash.