El tiempo es dinero.
Pienso que la famosa frase es incorrecta: “El TIEMPO es VIDA”.
Es tu principal activo y, cuanto antes lo asumas, mejor será tu vida.
Puedes recuperar el dinero perdido, pero nunca puedes hacerlo con el tiempo.
La cuestión aquí es que no solo tú gestionas tu tiempo. Otros pueden hacerlo. Y aquí está el gran fallo.
Así como tu vida es tuya (nadie duda eso), tu tiempo también TIENE QUE SER tuyo.
Por eso tienes que protegerlo, cuidarlo, y defenderlo.
Recuerda: es tu principal activo.
El proceso estándar de un fanático de la productividad
Si eres un fanático de la productividad como yo, antes de comenzar tu día todo está planificado.
Puede que lo hicieses el día anterior o como primera tarea del día.
- Sabes todas las cosas que quieres hacer hoy.
- Tienes bloqueados espacios de tiempo para dedicarlos a cada tarea.
- Has dejado huecos para gestionar los imprevistos.
- Respiras.
- Estás a tope, cómodo, y concentrado.
- Entonces…
Una p* llamada te interrumpe este momento místico.
¿Qué suele ocurrir?
El 99% de las veces, es una llamada estúpida (sin necesidad de comillas) e inútil, o que podría haber sido resuelta perfectamente a través de e-mail como el canal único y adecuado.
El concepto del tiempo y su gestión
No nos enseñan en el colegio a respetar el tiempo de los demás. Creo firmemente que debería ser enseñado.
En el momento en el que sabes cómo usar tu tiempo y respetas el de los demás es cuando la productividad aparece, y todo el mundo rinde al máximo.
Es una realidad y, cuando he estado trabajando en equipos pequeños, en los que todo el mundo conoce este concepto:
- Aprovechas tu tiempo al máximo.
- El tiempo se convierte en un aliado.
- Todo el mundo alcanza fácilmente su nivel máximo, hablando de rendimiento y resultados.
Es increíble todo lo que se puede producir trabajando así en solo un día. ¡Imagínate en una semana, un mes, o un año!
Pero seamos honestos. Este no es el escenario más común y, cuanto más grande es una empresa, mayor es la probabilidad de ser interrumpido.
Qué hacer en los escenarios de la vida real
Tienes que hacer pedagogía.
Tienes que ser un profesor porque la gente, normalmente, no piensa en estas cosas “estúpidas”.
Dependiendo de la persona a la que enseñes, así es como tendrás que comunicar tu mensaje, pero no importa si es tu jefe, un compañero de trabajo, tu mujer, tu marido, tus padres, o tus hijos, el mensaje debe quedar claro para todos.
Adáptalo como consideres oportuno para no ser despedido o que te soliciten el divorcio, pero tienes que enseñar “la jerarquía de las interrupciones”.
La jerarquía de las interrupciones
Lección 1
Cuando alguien necesita algo de ti, debería cuestionarse antes de nada esta simple pregunta:
¿Para cuándo necesito esto?
Ahora, pasemos a la lección 2.
Lección 2
Dependiendo de la respuesta a esa pregunta es como decidirán el canal que elegirán para contactar contigo.
- E-Mail.
- Mensajería instantánea.
- Llamada telefónica.
- Invasión física de tu espacio de trabajo.
Tienes que comprometerte a una cosa. Siempre tienes que responder a un e-mail en un intervalo máximo de 4-6 horas.
Como puedes ver, si te mueves desde arriba hacia abajo en la jerarquía de las interrupciones, el daño que te provoca la interrupción aumenta.
Como dije antes, dependiendo de la respuesta a la pregunta de la lección 1, la gente decidirá el canal para interrumpirte:
- Puedo esperar 4-6 horas. Entonces, uso el e-mail.
- Necesito una respuesta antes de 4-6 horas. Entonces, uso la mensajería instantánea.
- Necesito una respuesta ahora mismo. Entonces, uso la llamada telefónica.
- Lo necesito incluso antes. Entonces invado tu espacio de trabajo porque no tengo otra opción y no puedo tratar este tema por teléfono.
¿Por qué este procedimiento es tan efectivo?
Cuando la gente se pregunta a si mismo esta pregunta inicial, se dan cuenta de que no te necesitan con tanta rapidez como pensaban. Es solo una cuestión de hábitos (como siempre).
Por supuesto, para la gente es más fácil hablar que escribir, pero tienes que seguir instruyéndoles hasta que se den cuenta de que este sistema es mejor para todos (para ellos también).
Todo el mundo tiene la sensación de no ser productivos. Se sienten mal y les gustaría que esto cambiase.
En el momento en el que ellos se dan cuenta de que:
- Este sistema les ahorra tiempo…
- Te están realmente molestando…
- Tus respuestas son mejores usando el canal correcto…
… empezarán a hacer uso de él.
Este proceso es tan efectivo porque obliga a la gente a dar a las cosas la importancia que realmente tienen.
Por defecto, todo el mundo piensa que todo es crítico.
Este sistema les brinda la oportunidad de pensar cómo de importante o urgente (no mezcles estos conceptos porque es algo esencial) son las cosas.
Así es como:
- El flujo de información de una empresa empieza a funcionar correctamente y de forma óptima.
- Todo el mundo hace las cosas que deberían estar haciendo.
- Todo el mundo rinde al máximo porque están concentrados en la tarea que deben.
- La comunicación entre los compañeros de trabajo mejora porque nadie es invadido.
- Nace una atmósfera de productividad y alto rendimiento.
Para llevar a casa
La educación y el respeto siempre se amortizan.
Piensa cómo comunicar la jerarquía de las interrupciones sin ofender a nadie.
Diles que es por su bien (y por el tuyo). Por el de todos.
Trabajando así, serás más productivo, siendo capaz de cubrir sus necesidades antes y mejor.
Espero que nadie que lea este artículo sea despedido. Solo con eso, me doy por contento.
Foto en parte superior cortesía de Gary Bendig en Unsplash.