Puedo ver claro ahora que la lluvia se fue
Puedo ver todos los obstáculos de mi camino
Ya se fueron las nubes oscuras que me cegaban
Va a ser un brillante (brillante)
Brillante (brillante) día soleado
Oh, Johnny Nash (obligatorio de ver, escuchar y disfrutar), ¡cuánta razón tenías!
Estoy feliz de decir que soy un ex-perfeccionista
Esa decisión trajo a mi vida la consecución de objetivos, la productividad, la realización personal y, por último, la felicidad.
Uno no puede:
- Ser productivo.
- Alcanzar cualquiera de sus objetivos.
- Avanzar en la vida.
- Ser feliz.
siendo un perfeccionista, porque la perfección es algo que nunca se alcanza. Todo siempre puede ser “un poco más perfecto”.
Y aquí tienes el camino sin fin.
Cuando sea que llegues a este razonamiento y te convenzas, puedes empezar a trabajar en evitar el perfeccionismo. Intenta estos trucos:
1. Delegar
Delegar es algo clave para olvidarse del perfeccionismo.
Cuando ves que alguien hace algo que tú no hubieses hecho de esa forma, pero el cliente lo acepta y está feliz, es cuando te das cuenta de que tu concepto acerca del perfeccionismo es subjetivo y solo tuyo.
¿Puede que estuvieses equivocado? ¡Seguro!
El perfeccionismo depende de cómo percibes la realidad. Tú puedes creer que algo está perfecto pero, si alguien con más conocimiento en el tema le echa un vistazo, él perfectamente puede decir que eso es un desastre.
Iré aún más lejos. Una persona con menos conocimiento en la materia puede decir que eso no está perfecto. Porque no está perfecto “para él”.
La perfección se ve de forma individual por cada uno de nosotros.
Desgraciadamente (o afortunadamente) no hay un único y solo concepto de perfección.
Pero sí que hay un único concepto de lo que funciona y lo que no.
2. Fijar fechas límite
Otro truco es dedicar una cantidad fija de tiempo a la tarea que tienes que hacer.
Cuando el tiempo se acaba, no puedes hacer nada más relativo a esa tarea.
¡Este es realmente un truco que te cambiará la vida! (al menos en mi caso lo fue). La primera vez estás asustado, pero cuando ves que lo que has hecho funciona, es una gran sensación.
Evitar el perfeccionismo hará que te ahorres mucho tiempo.
Ese tiempo puedes aplicarlo a otras muchas facetas de tu vida.
Fijar fechas límite te hará que escapes de la temida Ley de Parkinson, pero eso es otra historia.
3. Compárate con otros
Finalmente, diría que compararte con otros es una técnica muy útil (en lugar de odiosa).
No es fácil encontrar gente por ahí que consiga un “10 sobre 10”.
Muchos rinden a un “5 ó 6 sobre 10”. Y, muchos más, menos.
Tú puedes rendir a un “7 u 8 sobre 10”, y tu resultado seguirá siendo increíble.
¿El beneficio de tomar esta decisión?
Tendrás una vida de “10 sobre 10” porque te vas a sentir realmente bien, sabiendo que haces un buen trabajo, con clientes diciendo lo bueno que eres.
Es importantísimo darse cuenta de que la forma en la que “calificas” tu trabajo no es la forma en la que otros la calificarán. Me explico. Tu “8” puede ser un “10” para otras personas. Esto suele ocurrir, especialmente si eres un perfeccionista, porque tú eres el único que sabes hasta dónde podrías haber llegado, dónde está tu límite.
No estoy diciendo que vayas a disminuir la calidad de tu trabajo, pasando a la mediocridad. ¡Nunca puedes hacer eso!
Estoy seguro de que un perfeccionista que rinde “10 sobre 10” nunca produce basura, incluso rindiendo a un nivel de “8 sobre 10”. Así pues, ¡duerme tranquilo!
Todo se basa en producir resultados que funcionen, que sean útiles para los que lo reciben, que lo aprecien. Esto te proporcionará mucha más realización personal que esa “estúpida perfección”. Y da por hecho que lo mismo pensarán tus clientes y todos aquellos que te rodean.
Conclusiones
Recuerda estos 3 trucos porque cambiarán completamente tu vida:
- Delega. Verás que las cosas funcionan.
- Fija fechas límite. Hará que no pierdas tiempo.
- Compárate con otros. Siempre eres mejor de lo que piensas, aunque no rindas a un nivel de “10 sobre 10”.
Cuando gestionas situaciones grandes y problemáticas es cuando entiendes y aceptas que ser perfeccionista es estúpido (y, por otro lado, imposible e inútil).
Cuando evitas el perfeccionismo, entras en el “bucle mágico de la productividad”, en el cual:
- Creas más cosas.
- Mejoras.
- Puedes gestionar proyectos simultáneos.
- Alcanzas más objetivos.
- Progresas.
- Evolucionas.
Esto es lo que dará significado y sentido real a tu vida. El sentido es lo que conduce a la realización personal.
Olvídate del perfeccionismo. La vida se basa en la consecución de objetivos.
Foto en parte superior cortesía de Donald Giannatti en Unsplash.