Crecimiento-Personal

9 Ideas Directas para Comenzar a Escribir en un Diario tras Haberlo Intentado y Fallado Muchas Veces

5 min de lectura

Siempre me ha interesado escribir en un diario.

Cuando supe que gente importante como Marco Polo, Leonardo Da Vinci, Ludwig van Beethoven, Charles Darwin, Marie Curie, Winston Churchill, o Frida Kahlo lo hacían, siempre me pregunté: ¿pueden estar todos equivocados?

No era (y no soy) uno de esos genios, pero pensé que si podía copiar algo de ellos, estaba seguro de que mi vida podría mejorar.

Hoy llevo escribiendo en un diario mucho tiempo y tengo que admitirlo: me ha cambiado la vida. Lo recomiendo al 100% a cualquier ser humano.

Beneficios de escribir en un diario

Podría listar decenas de beneficios al escribir en un diario:

  • Reduce el estrés.
  • Cultiva el “mindfulness”.
  • Mejora el cómo te sientes.
  • Te hace sentir una sensación de bienestar.
  • Mejora las relaciones.

Pero, para mi, este es el beneficio número uno: te hace ser un mejor “pensador”.

Si paso a ser un mejor pensador:

  • Tomo mejores decisiones.
  • Fijo mejor mis objetivos.
  • Añado claridad a mis pensamientos.
  • Sé dónde tengo que poner mi atención, mi foco.
  • Paso a estar más relajado y calmado porque sé que estoy haciéndolo lo correcto.
  • Me comunico mejor con otros.
  • ...

Por qué fallé tantas veces

La cuestión es que fallé muchas veces.

Mi principal problema era que no entendía:

  • Cómo comenzar.
  • Qué diablos podía escribir.
  • Por qué me iba a ayudar.

Tan solo oía consejos sin sentido como “escribe todo lo que te venga a la cabeza”. Si yo escribo “todo lo que me viene a la cabeza”, puedo escribir una enciclopedia cada día…

Cuando algo no tiene sentido para mi, no es fácil que empiece a ejecutar cosas para moverme en esa dirección.

Necesito cosas pragmáticas. Cosas que pueda pensar que van a funcionar. Algo en el futuro que me agrade. Un objetivo a conseguir.

Nada de eso se me aparecía al principio. Por eso fallé tantas veces y, finalmente, lo dejaba. Fueron tantas veces…

Cómo comencé a ver la luz

Cuando algo me supera, siempre hago lo mismo:

  1. Continuo investigando más a fondo en el tema.
  2. Busco cuál es el paso inicial más simple. Tan simple, que el más tonto sobre la Tierra lo pueda llevar a cabo.

Y eso fue lo que hice:

  • Comencé a leer artículos.
  • Empecé a ver videos en YouTube.
  • Analicé softwares de diarios.
  • Escuché a gurús.
  • “Copié y pegué” ideas y más ideas de todas partes.

Cuando hice todas estas cosas, la luz empezó a brillar al final de ese oscuro túnel en el que me hallaba.

Mi primer y más simple paso fue llevar un control de mis hábitos.

Como fanático de la tecnología y la productividad, tenía una aplicación para controlar mis hábitos, pero nunca creé un hábito de sacar conclusiones basadas en estos datos.

Cada semana decidí analizar mi aplicación de hábitos y sacar algunas conclusiones.

Así es como comencé a sentir que me estaba convirtiendo en un “mejor pensador”.

Solo dedicando unos pocos minutos a la semana, decidía qué hábitos estaban funcionando, cuáles no, si debía probar otros diferentes…

Me estaba convirtiendo en una mejor versión de mi mismo solo por escribir algunas conclusiones básicas a partir de unos simples datos.

La mayoría de las veces, la vida es así de simple.

Cosas que escribo cada día

Desde ese día, no he parado de pulir mi proceso de escritura en el diario.

Aquí incluyo 9 cosas que gestiono porque, al menos, para mi son muy útiles.

1. Horas que duermo

Dormir es crítico para que rinda al máximo. Saber cómo lo estoy haciendo me ayuda mucho a prestarle toda la atención necesaria.

2. Control diario de todos mis hábitos (dejé de usar mi aplicación de control de hábitos)

Simples casillas de verificación (checkboxes) para indicar si hice o no el hábito que estoy controlando.

3. Tres objetivos diarios

3 tareas claras que quiero (y debería) hacer hoy.

4. Éxito del día

Esa cosa que hará que mi día sea maravilloso. Basta con elegir uno de mis objetivos diarios.

5. Estado de ánimo

¿Cómo me siento hoy?

6. ¿Qué ha ido bien?

Cada día pienso 3 cosas que han funcionado, e intento buscar su causa. ¿Por qué eso ha funcionado? ¿Qué ha hecho que funcione?

7. Agradecimiento

Un clásico.

Pensaba que era un consejo sin sentido, pero es verdad.

Cuando, diariamente, expreso mi agradecimiento por algo, mi vida mejora.

Los problemas no parecen tan importantes porque mi cerebro “tiene fresco” que mi vida es estupenda.

8. Aprendizaje

Cada día escribo una cosa que haya aprendido. Algo útil. Algo que me ha hecho mejorar como ser humano.

9. Logros y decepciones

Escribo cada logro y cada decepción que he tenido cada día.

De aquí al infinito

Cuando combino mi proceso de escritura en el diario con mi proceso de revisión es cuando la magia aparece.

Cada semana, reviso todos los puntos que he listado anteriormente:

  • Horas que duermo.
  • Control diario de hábitos.
  • Objetivos.
  • Estado de ánimo.
  • Cosas que han ido bien.
  • Agradecimiento.
  • Aprendizaje.
  • Logros y decepciones.

Esta información, toda junta, da un resultado increíble.

  • Si veo que no estoy durmiendo suficiente, tomo cartas en el asunto.
  • Si veo que estoy consiguiendo la mayoría de mis objetivos, esto se convierte en una máquina de motivación que me da muchísima energía y fuerza.
  • Si veo que no estoy consiguiendo mis objetivos, busco explicaciones: ¿Por qué está pasando? ¿Qué estoy haciendo mal? ¿Cómo puedo hacer que los alcance?
  • Cuando reviso todas las cosas que han funcionado, me fijo en las causas y empiezo a aplicar las mismas técnicas a otros procesos.
  • Viendo tantos agradecimientos cada semana doy aún más valor a mi vida, a todo lo que hago, realizo, y ejecuto.
  • Prestar atención a todas las cosas que aprendo cada día es, de nuevo, un elemento bestial de motivación. Si veo que no estoy aprendiendo nada en absoluto, ¿quizás debería buscar algún curso de alguna materia que me ayude a moverme hacia mis objetivos?
  • Los logros me indican que lo estoy haciendo bien, que consigo muchas cosas diariamente.
  • Mis decepciones me ayudan a pensar cómo las puedo resolver, de tal forma que las elimine de mi vida.

Para llevar a casa

Escribir en un diario es como me fuerzo a ser un “mejor pensador” de lo que soy, analizar cómo estoy haciendo las cosas, qué quiero ser.

Escribir en un diario me ayuda a pararme, pensar, y mirar. Observar. Reflexionar. Hacer lo que se supone que debo hacer como ser humano.

Escribir en un diario pule mi vida, soluciona mis errores, me motiva, me hace ser una mejor versión de mi mismo.

El único punto negativo que puedo decir de escribir en un diario es: ¿por qué diablos no empecé antes?

Foto en parte superior cortesía de Art Lasovsky en Unsplash.