Crecimiento-Personal

5 Cosas Críticas que Enseñaré a Mi Hijo para que Tenga una Vida Plena

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Me gustaría saber todo lo que sé y tener 15 años.

Es una típica frase que cualquiera de nosotros decimos, al menos, una vez en la vida.

Es verdad.

Si supiese todas las cosas que sé hoy y fuese mucho más joven (nací en 1976), puede que mi vida fuese mejor. O puede que no. Nadie lo sabe.

De todas formas, si eres como yo, un padre o una madre que tiene a un adolescente “entre manos”, hay muchas cosas que quieres compartir con tu hijo o hija.

No quieres que cometa los mismos fallos que tú. Quieres ahorrarle tiempo, evitándole que haga esas “estúpidas” cosas que tú hiciste en el pasado.

  • La cuestión es que los seres humanos necesitamos de las experiencias para aprender de ellas. Si solo usamos un marco teórico, las cosas no van a funcionar.
  • Necesitas pruebas para comprender por qué estás haciendo lo que haces. Así es como trabajan nuestros cerebros.
  • Finalmente, está el entorno. El de nuestros hijos no es el mismo que el nuestro. Esa es una variable a la que también deberíamos prestarle atención.

De todas formas, pienso que sé cosas que me hubiese gustado que mis padres me hubiesen enseñado. No lo hicieron porque no sabían que existían.

Y estoy totalmente seguro de que yo no enseño a mi hijo cosas que podrían serle útiles, pero no las conozco aún (y puede que nunca las conozca). Esto es lo que pasa generación tras generación. No te culpes por ello.

Aquí compartiré contigo algunos conocimientos que estoy enseñando a mi hijo. Él lo valora aunque no entienda en muchos casos para qué pueden resultarle útil.

Finanzas personales

El dinero es importante en la vida.

No es lo más importante, desde mi punto de vista, pero es un activo que puede llevarte de una forma más cómoda a conseguir los principales objetivos de tu vida.

Considero que estos conceptos básicos deberían comprenderse cuanto antes en la vida de cualquier persona:

  • Interés compuesto.
  • Crear el hábito de hacer un presupuesto mensual y ajustarse a él.
  • La importancia del ahorro.
  • La importancia de invertir. Inversión vs. gasto.

Solo con estos 4 puntos, se puede cambiar la vida de cualquiera.

¿Por qué no hacerlo a una temprana edad?

Hábitos de vida saludables

Centrémonos solo en estos 3 puntos:

  • Comida.
  • Sueño.
  • Ejercicio físico.

Obviamente, él necesita disfrutar la vida. No es un monje, pero solo decirle lo que es bueno para él a largo plazo, creo que es una obligación.

Él es quien tendrá que elegir su camino pero, al menos, intentaré siempre que nunca olvide estos 3 elementos.

Productividad

Como fanático de la productividad, conozco cómo esta “asignatura” puede cambiar la vida de cualquiera para ser más feliz y tener una vida plena.

Cuanto antes emplees algunas técnicas o procedimientos básicos, mejor los implementarás en tu vida como algo normal/básico/estándar.

Solo le estoy contando 2 conceptos básicos:

  • Cómo aprovechar al máximo su tiempo.
  • Como escribir sus objetivos y alcanzarlos. El trayecto desde los objetivos hasta las tareas diarias.

Hábitos y rutinas

No somos más que los hábitos y rutinas que practicamos de forma consistente.

2 conceptos básicos aquí:

  • Cómo de importantes son los hábitos y rutinas para llegar a ser esa versión de nosotros mismos que queremos ser.
  • Cómo crear e implementar cualquier hábito o rutina que te gustaría realizar de forma consistente.

Crecimiento personal

¿Demasiado para un adolescente? No lo creo.

Volvamos a los básicos:

  • Por qué el crecimiento personal es vital para dar sentido a tu vida.
  • La importancia de tener una mentalidad abierta en la vida. Con ella puedes alcanzar todo lo que te propongas.
  • Qué técnicas puedes usar.
  • Qué libros o documentación deberías leer si estás interesado en determinados temas.

Para llevar a casa

¿Estoy loco por hacer todo esto? Quizás.

¿Va mi hijo a escuchar, con suerte, solo el 15%-20% de lo que le digo? Seguramente.

¿Va a aplicar solo el 5% o quizás menos? Es lo más probable.

La cuestión aquí es que estamos creando una forma de ver la vida o de vivirla.

Año tras año, a medida que crece, verá por qué algunos de estos conceptos son críticos para la vida. Entonces, pedirá consejo.

Yo no comencé a meditar hasta hace 5 años. Mi hijo ha leído, al menos, un libro sobre meditación el mes pasado. Se sorprendió. ¿Está meditando? Por supuesto que no (aunque me diga que sí).

¿Sabe que esa herramienta existe y puede que algún día le resulte útil? Seguro.

Nuestro rol como padres es mostrar a nuestros hijos e hijas tanto conocimiento como tengamos.

Presentarles todas las opciones que conocemos, y que hemos experimentado, estudiado, y probado en nosotros mismos.

Es su elección decidir si son útiles o inútiles.

Termino diciendo una sola cosa: lo estoy haciendo lo mejor posible. ¡Y él lo sabe!

Foto en parte superior cortesía de Elisa Calvet B. en Unsplash.