Crecimiento-Personal

Por qué Mudarte de una Casa a Otra Incrementará tu Rendimiento

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13 casas, 13 hogares.

Eso es lo que he hecho a lo largo de toda mi vida.

Todas y cada una de las casas en las que he vivido se han convertido en mi hogar, sin importar si era antigua, nueva, grande o pequeña.

Hogar es un concepto que elaboramos en nuestra mente. Es totalmente subjetivo. Me encantan las cosas subjetivas porque te proporcionan poder.

El poder para elegir cómo gestionarlas.

Nadie te puede convencer de que tu casa no es tu hogar. Depende al 100% de ti.

Me encanta cuando las cosas solo dependen de mi, y he aprendido a lo largo de mi vida de que eso es posible para todo.

Cuando llegas a ese estado, la vida te cambia.

  • Te conviertes en una persona calmada.
  • Te sientes bien, cómodo, confiado.
  • Todo depende de ti, de cómo veas las cosas y el mundo.

Me encanta cuando un año acaba porque sentir que todo comienza de cero de nuevo es indescriptible.

Si combinas:

  • Mirar atrás y olvidarte de todo…
  • … con mirar hacia adelante e imaginarte todo…

… te proporciona esa sensación de libertad que nosotros, los seres humanos, apreciamos y valoramos tanto.

Libertarte de ataduras te da energía para tus ambiciones, tu productividad, y tu rendimiento.

Mudarme de una casa a otra ha sido una experiencia fantástica para mi.

Es comenzar una nueva vida: nuevos lugares, nuevas vistas, nuevas esquinas, nuevos escondrijos, nueva gente, nuevas emociones.

Tu cuerpo y tu mente se sienten incómodos, y eso es bueno.

Sales de la rutina. Sales de tu zona de confort.

Es una forma de hacerte comprender que las cosas pueden mejorar. No lo sabes hasta que no lo has probado en tus propias carnes.

Tu mente empieza a aprender que el cambio puede ser parte de tu vida.

Es una magnífica habilidad porque muchas veces los cambios te vienen impuestos. No son tu decisión. Es la de otros o la de las circunstancias que te rodean. Pero tu cerebro está preparado para gestionarlo.

Desde mi punto de vista, sentirse cómodo con los cambios es una de las habilidades más críticas sobre la que todos debemos trabajar.

Cualquier proyecto que emprendas en la vida estará lleno de cambios, lleno de cosas que no esperas. Tendrás que improvisar, que tomar decisiones.

Cuando me mudo a una casa nueva, me siento como si mi vida comenzara de nuevo.

Mi mente se abre a nuevos deseos, nuevos proyectos, nuevos objetivos, nuevas motivaciones, nuevas ilusiones…

Esta “sensación de nuevo” no tiene límites:

  • Me impulsa al infinito.
  • No tengo límites.
  • No existen las fronteras.
  • Nadie me puede parar.

Una casa es, en sí misma, una limitación física. Tiene paredes, suelos, y techos.

Me encantan las casas porque me gusta mucho el diseño de interiores.

Las casas son importantes para mi porque me encanta volver a casa y sentirme cómodo, a gusto, acogedor.

Me siento libre en mi casa pero, al mismo tiempo, me encanta mudarme de una a otra, forzando a mi cerebro al cambio.

Cuando te habitúas a sentirte incómodo, empiezas a sentirte cómodo en esa situación.

Es un juego de palabras que funciona.

Ser abierto de mente es clave en la vida. Cuanto más lo practicas, mejor rindes en cualquier área de la misma.

Cuando era un niño, practicaba esto moviendo los muebles de mi habitación. Suena estúpido, pero este tipo de experimentos ayudan a tu mente a gestionar el cambio.

Cambio de sensaciones, sentimientos, posiciones, experiencias.

Puedes combinar perfectamente la sensación de estar “sano y salvo” en casa, disfrutándola a su máximo nivel, con esta “política de no fronteras”.

Romper suelos, techos, y paredes te dará el poder necesario para afrontar cualquier desafío en la vida.

  • No estarás atado a nada.
  • Estarás preparado para lo que el mundo demanda.

La vida es flexible. Muchas variables pueden afectarla. Tienes que estar preparado para gestionar esta situación.

Sé flexible. Sé fuerte. Siéntete poderoso.

Foto en parte superior cortesía de JCS Chen en Unsplash.